TOCADO LYON
Queriendo ser atrevida me lancé a improvisar un tocado que no dejara impasible a nadie. El color elegido fue el salmón, que con pequeñas pinceladas de naranja y barniz dorado, a modo de destellos, conseguían un efecto espectacular. Al integrar el blanco amplié la gama de matices para suavizar la intensidad del conjunto.